Des-cubrir


"EL ÚNICO VERDADERO VIAJE DE DESCUBRIMIENTO CONSISTE, NO EN BUSCAR NUEVOS PAISAJES, SINO EN MIRAR CON NUEVOS OJOS"

Marcel Proust

Cambiar la mirada no es fácil, me ha sucedido en algunas ocasiones y es maravilloso cuando logramos ver más de lo que creemos no tiene más. Parece que no hacen falta recursos, tiempo ni condiciones especiales para conocer, para aprender, para crecer. La vida es lo que es y cuando nuestra mente se despeja para verlo sin más, parece que la realidad se vuelve infinita y múltiple. Llenar a los niños de estímulos para que conozcan "más", es en definitiva no dar el espacio para que vean de verdad las posibilidades de un sólo objeto o lugar.

 Siempre me llamó la atención un extraño efecto que se produce en la sala de clases cuando un niño saca de la mochila un objeto, que a simple vista puede parecer de lo menos novedoso, un palo encontrado en el camino incluso. Pero al ser el único que se sale del contexto, se convierte en "el estímulo", y las posibilidades del mismo se vuelven infinitas, la imaginación se expande a todo dar y la cosa esa brilla por cuanta propia. ¿Qué le pasó a la cosa que logra tener tanta vida por un instante?. Pasó que volvieron a mirarla pero con nuevos ojos y la des-cubrieron de la única función que hasta el momento eran capaz de darle, la resignificaron.

Aunque esto ocurre por necesidad, claro está, puede ocurrir también por opción, es decir, dejar que ellos potencien cada cosa y lugar, que resignifiquen cada experiencia,  es también darles la posibilidad de hacerlo. Dejarles el tiempo suficiente para ello, dejar que les aburra y les vuelva  a conquistar, dejar que no interfieran otros estímulos. Darles libertad de la más pura, no la libertad de llevarlos a mil lugares y mostrarles el mundo entero, sino la libertad de que en un sólo lugar descubran el mundo entero.
"La paternidad es mucho mas sencilla cuando uno se da cuenta de que los niños ya vienen diseñados para florecer cada uno a su manera". 
Noemi Aldort

Este sencillo mensaje es una filosofia de vida, es una invitación a la liberación. Los padres pensamos que el tener seres humanos a nuestro cargo por una cantidad de años significa hacer de ellos "algo". Y muchas veces tenemos ese algo bastante definido, otras veces no sabemos bien qué es ese algo pero sí tenemos la certeza que debe responder a una imagen bien parecida a uno mismo, 

Nos pasamos la vida con un como un espejo frente a nosotros que nos hace sentir más cómodos a la vez que nos estorba, nos impide ver la realidad tal cual es. El espejo es lo bastante cómodo como para no correrlo, todo es conocido, la forma de pensar, de vestir, de hablar, de moverse, etc., siempre que el reflejo sea una proyección de nosotros mismos. No lo queremos apartar de nuestro camino,  vemos la realidad a través de él. Intentamos fijar nuestro espejo como si estubiese sobre una pared, lo clavamos a ella una y otra vez pero es imposible porque el espejo pende de dos endebles hilos y muchas cosas suceden que lo hacen tambalear, alguien pasa a nuestro lado y lo roza con el hombro, entonces el reflejo se tambalea haciendonos perder el control.

A veces no somos muy concientes que lo que hacemos cuando decimos que estamos educando o criando es mirar a los hijos como un reflejo de lo que somos nosotros. Podemos pasarnos la vida mirando la realidad completa como una escena que debe calzar con nuestro ser. De esta manera acomodamos "TODO" para hacer de aquel espacio (el escenario de nuestras vidas), el lugar ideal para estar, para ser. Acomodamos la escena, elegimos la intensidad de luz, el ruido ambiente, el aroma ideal, sacamos lo que estorba, lo sucio, lo roto, lo feo, nos aprendemos el parlamento, tomamos aire, y comenzamos con el show.

Pero siempre habran hechos, personas, inesperados, accidentes, frases, ruidos, imagenes, etc., que nos estorben, que aparecen justamente como oportunidades para despertar, para abrir los ojos, para darnos cuenta que nunca, jamás la realidad será como queremos que sea, porque la realidad simplemente es, solamente sucede. 

Y suceden las personas, suceden las situaciones, suceden los inesperados, entonces los hijos se rien cuando tienen risa, tu jefe te hecha porque se terminó la pega o porque simplemente le caías mal, tu perro se muere porque no pudo con la enfermedad, la nieve comenzó a caer sin parar, a tu hija no le gusta el vestido que le regaló la abuela, etc, etc, etc.... Toda la vida es una inumerable cantidad de etcéteras. Y muchos no despertamos jamás, seguimos mirando esos sucesos descontrolados como trizaduras  de nuestro propio espejo y nos molestan de sobremanera porque estorban en la visión de nuestro reflejo. Sucesos descontrolados designadas para hacernos sufrir. 

Y entonces sufrimos. Y podemos llegar a ser tremendamente infelices porque no somos jamás capaces de tener el control de la escena. Pero podemos sufrir solos o podemos hacer tambien sufrir a los que tenemos a nuestro lado y a veces parece que es mejor sufrir acompañados porque de lo contrario estariamos fallando en algo. Si estamos solos sufriendo mientras a los otros parece que todo les calzara, entonces seriamos doblemente desdichados, en cambio si sufrimos de manera colectiva seguimos siendo las victimas de los designios iincontrolables del destino. Víctimas de la realidad que juega con nuestro espejo, lo balancea de un lado a otro para hacer aparecer ante nuestros ojos otras realidades o la única verdadera realidad, aquella en la cual no hay frente a nosotros muchos yo, hay seres diferentes, hay otras voces que nuestro oído se ha negado a escuchar, hay formas y colores que nuestros ojos se han negado a ver, hay texturas y sabores que nuesteas manos y paladares se han negado a sentir.

Por eso creo que la crianza puede ser una invitación a vivir mas libres.     Porque es cotidiana, es pura realidad. Los niños no tienen escenario, ni parlamento, viven en una constante improvisación de ellos mismos, descubriendose a si mismos. La crinaza esta llena de vida, de colores, de sonidos, de olores, de sabores, de texturas, se presenta de infinitas formas, tantas como las permitamos, y cada forma esta impregnada de una carga emocional que la hace mas rica aún. Los niños lloran, se rien, exigen, escuchan, prueban, cantan, hacen ruidos. Es así como una niña que se hizo pipi en el paseo a la plaza puede ser tantas realidades como nos permitamos ver. Puede ser una niña clamando nuestra atención o puede ser una niña jodiendonos el paseo a la plaza. Un niño que molesta a sus compañeros de clase puede ser un niño clamando afecto y atención o puede ser un niño jodiendonos la planeada escena donde todos los alumnos habriam de entender el concepto.

Pero muchas veces nos aprovechamos de esa maravillosa etapa y ante la falta de planeación , del cómo vivir la vida aplicamos una dictadura de ideas, damos formas a todo lo amorfo. Lo hacemos por comodidad porque nos descompone lo sin forma. No tenemos la paciencia del jardinero que se limita simplemente a regar las flores y luego se sienta a esperar que crezcan. 

Ser jardinero puede ser un viaje lleno de imprevistos, de inseguridades, puede ser un eterna domesticación del ego y en ese sentido puede parecer que no sea tan agradable. Pero todo ese sacrificio lo llevará a vivir la experiencia más gratificante de su vida, disfrutar de la maravillosa escena cuando esas flores que regó con paciencia y respeto, desplieguen sus propias formas, colores y olores, sean como quieren ser.

Les invito a ver la crianza como una gran oportunidad. La oportunidad de hacer mierda el espejo para encontrarnos de frente con lo vida tal cual, y experimentarla desde lo que es, y así descubrir quizás que nosotros tampoco somos lo que veíamos reflejado frente a nuestros ojos.
Anoche tuve la posibilidad de ver el documental "El edificio de los chilenos", de Macarena Aguiló. Una tremenda historia (real autobiográfica), completamente desconocida por la mayoría de los chilenos, de la época de la dictadura. Cuenta la infancia de 60 niños, hijos de hombre y mujeres miristas, que luego de haber sido exiliados junto a sus padres, debieron quedarse en Europa al cuidado de 20 adultos voluntarios del Mir, dando vida al "Proyecto Hogares". La idea del proyecto era que en la "Operación Retorno" (en la que volvieron miristas a chile en la clandestinidad), pudiesen regresar tanto hombres como mujeres... Y como muchos de éstos tenían hijos, debían dejarlos por su "seguridad" en Europa.

El documental narra a través de testimonios, cómo se las arreglaron tanto los adultos como los niños que se quedaron, para hacer una vida lo más normal posible, pasando por un proyecto en comunidad en Bélgica en donde el foco estaba puesto claramente en los niños hasta una vida en un edificio en Cuba, donde pasaron la mayor parte de su infancia (algunos más de 7u8 años), recibiendo cartas de sus padres, recibiendo noticias trágicas de los decesos de algunos de ellos, recibiendo una educación comunista en Escuelas Cubanas, recibiendo el cariño de sus "padres sociales" y la compañía de sus "hermanos sociales, con quien formaban una familia. Según los relatos que transcurren, se da cuenta que la experiencia fué tremendamente diferente para cada niño y lógicamente estaba designada por lo que cada niño era (emocionalmente hablando). Hay quienes no son capaces de justificar aún tamaña decisión de un adulto frente a su rol materno/paterno, y otros no se sienten siquiera con el derecho de cuestionarla, ya que les bastó con reencontrarse con ellos vivos. Y por el lado de los padres la cosa no es muy diferente, se observa el testimonio de un padre que no se explica a sí mismo como fue capaz de dejar a su hijo de ocho meses, lactante aún en manos de otros para hacer frente a sus ideas políticas y por otro lado una madre (la madre de Macarena), que se refiere a los sucesos casi con una distancia indolente de hechos ocurridos hace mucho que seguramente no se permite cuestionar, ni justificar, menos perdonar, perdonar qué? si no hay juicio de aquellos, era lo que había que hacer.

Lo que logra equilibrar tanto caos, tanto desorden emocional, tanto extremismo, es la posición de Macarena, una niña que vivió la experiencia sin cuestionamientos éticos pero con grandes vacíos afectivos. Si no es porque ella cuenta la historia no sería posible verla sin querer acribillar a esos padres con garrotes de moralidad. Si no es por que ella la cuenta no sería posible entender nada.

Una vez más están los niños rescatando a los padres de sus propios juicios de crianza, ellos quienes tienen la capacidad infinita de amarlos, a pesar de todo abandono, de amarlos a pesar de la ausencia, de amarlos a pesar de las carencias, a pesar de los vacíos, del sutil maltrato que se esconde en la no presencia, de la mezquindad de saberse indispensable como hombre o mujer pero no como padre, amarlos a pesar de su egocentrismo ideológico, amarlos a pesar de no haber sido bien amados. Sé que es muy difícil decir lo que es el bien y el mal, sé también que todos los niños del mundo sienten de alguna u otra forma el abandono, pero cuando el abandono físico se transforma en desición conciente, cuando se llega a él por una decisión individual me es imposible quedar ajena al juicio moral y al repudio total de aquella falta.

Me cuestiono también el tema del abandono. De cuántas vecer organizamos toda una institucionalidad para concientizarnos a nosotros mismos que debemos dejarlos la cuidado de otros por "su bien". Creo que jamás será por su bien y si es cierto que en la mayoría de las situaciones existe una real necesidad de hacerlo, es sano estar consciente que nunca es por su bien, porque su bien está a nuestro lado y en eso creo que las mujeres que trabajan con sus hijos al hombro nos llevan años luz de sabiduría.

El abandono es pan de cada día en nuestra sociedad, las salas cunas, las nanas, y las guarderías son un mal necesario, tanto que ya no son cuestionables, hacerlo es como retroceder en la historia, es cuestionar el rol de la mujer actual. Es extraño como nos redefinimos como mujeres desde una perspectiva individual y cómo decidimos separarnos de nuestro rol materno, como si fuese algo lejanbo, antiguo, pasado de moda. Es extraño hasta ese punto pero se vuelve ilógico cuando comenzamos a extremar la posición de mujer proveedora, cuando el hacerse cargo de la total crianza de los hijos es vista como peligroso. Y esto es cada vez más cierto, hace unos meses un siquiatra me dijo que si yo no mandaba a mi hija de 9 meses a la sala cuna le estaba haciendo un daño.

Y el cuento que sostiene este discurso incluye por supuesto transformaciones de lo que involucra la crianza; los niños deben socializar con sus pares, estar estimulados por espacios diseñados para tal efecto, tener rutinas extremadamente organizadas, aprender cada vez más temprano a leer, a contar, los colores, las formas, e innumerables etcéteras de información, y como el cuento siempre debe terminar con un final feliz exterminamos cualquier rezago de duda diciendo que es más importante la calidad del tiempo que la cantidad, dando por sentado que ambas ya no pueden ser contadas en el mismo cuento.

El "Edificio de los chilenos", está al alcance de todos, no es muy diferente que otras instituciones dedicadas a la crianza de nuestros hijos y el mazazo de moralidad está también sobre todos los que que acudimos al edificio a él, dejando a nuestros hijos bajo ciertas directrices de cómo creemos que deben formarse como personas y como ciudadanos, mientras cumplimos nuestro rol proveedor, ya sea en busca de un sustento económico, de un desarrollo personal o de un sueño ideológico.
Para comenzar a análizar este libro intentaré hacer un comentario general. Si lo tuviese que resumir en tres palabras "leelo por favor", si tienes hijos por favor a tus hijos, si no los tienes por favor al mundo infantil que nos rodea a diario (y que tantas veces ignoramos).

Este libro entrega una propuesta de crianza tan radicalmente respetuosa hacia los niños que a ratos parece sacada de otro planeta, sin embargo es una propuesta demasiado lógica y de sentido común, tanto que no tuve jamás diferencias de opinión con la autora, lo que se hace difícil cuando nos están dando pautas de como criar a nuestros hijos. Es muy cercano ya que la autora habla no sólo desde su perspectiva de terapeuta, sino que más desde su experiencia como mamá. Plantea un método (típico de los yanquis) que aunque tienes sus pasos y siglas es muy interesante para aquellos momentos en que la crianza nos pone en aprietos; pataletas, angustias, peleas entre hermanos, pares, demandas, etc.

Lo malo es que conseguir el libro fue todo un parto. Finalmente lo compramos por internet y aunque demoro como dos meses en llegar, llegó. La compra se puede hacer en la página de "crianza natural".

Bueno ya pronto buscaré algunas citas de aquellos episodios que más merecen ser compartidos. Y junto con hacer mi propio comentario sería ideal que quien pueda haga el suyo también.

Cambiar de paradigma...

Cambiar de paradigma es difícil. Se oponen al cambio muchos factores, desde la ignorancia hasta lo aprendido. Y cuando hablo de "aprendido" no me refiero a aquello que nos ha enseñado de manera metódica en un curso, una escuela, un libro leído, etc. Me refiero a todo lo que hemos aprendido ya sea voluntaria o involuntariamente. Es más creo que se oponen aún más aquellos aprendizajes involuntarios, esos que hicimos nuestros a través de la experiencia. Uffff esos sí que pesan. ¿Y a qué va todo esto?, pues bueno paso a explicar a mi modo:
No soy una MAMIFERA desde siempre.
Me he ido haciendo en el camino.
Creo que recién desde hace un par de ańos he descubierto que criar es cosa seria.
Y que me encanta.
Y que (para mi) es toda una ciencia.
O un arte.
El arte de criar.
Por que la ciencia responde a un método.
El arte requiere de algo más que eso.
Para mí criar requiere de un cambio de paradigma.
Y eso es pega.
Hay que tomarselo en serio.

Explico todo esto por que entre las cosas que están al alcance para cambiar el paradigma esta la lectura. Hay unas buenas razones para usar la lectura como medio de transporte (de un paradigma a otro):

Es información confiable.
Nos permite comunicarnos con quienes nos llevan años luz en el tema.
Aprender de ellos
Hacerlo cuando podemos en tiempo y lugar (cosa buena cuando hay pequeños alrededor)
Repasar, masticar, digerir, aplicar, volver a leer, etc.

Entonces... Les cuento que dedicaré algunos post a un libro que me tiene fascinada y quizás alguno de ustedes también le interese. Sería buenísimo compartir lo que piensan al respecto. El tema es MONUMENTAL!!!!! Se llama "Educar sin gritos, amenazas ni castigos" (un magnodesafio no?). Los invito a compartir con Noemí Aldort (la autora), esta locura, nos vemos.
La mamifera: ¿CIUDAD DE LOS NIÑOS?...mmmmmm… ver para creer: "En el anterior post les conté de un luz de esperanza para remediar en algo la hostilidad de esta sociedad hacia los niños. La verdad es que ..."
En el anterior post les conté de un luz de esperanza para remediar en algo la hostilidad de esta sociedad hacia los niños. La verdad es que ya no estoy tan entusiasmada. Asistí a todas las charlas del pensador (y niñologo) Francesco Tonucci, escuche todas sus ideas acerca de la crianza, comulgué con el 100% de ellas, me regocije con la sola ilusión de que tengamos algo parecido a lo que él plantea (una ciudad pensada para los niños), sin embargo y al final el pesimismo hizo de las suyas conmigo y, aunque sigo creyendo que es una idea maravillosisisisma y grandiosa, algo me huele a que para mi municipio no fue más que un “lindo” tratado más que firmar y lucir en la pared de tratados “lindos”.
Pero no puedo sólo quedarme en la duda y la queja, tampoco sé muy bien que puedo hacer yo como simple ciudadana (y madre). Creo que en estas condiciones (ser un nadie disconforme), no me queda más que hacer cualquier cosa, totno sé, puede ser desde una carta hasta una entrevista con el alcalde o un concejal o qué sé yo. Algo haré señores, este tratado es demasiado importante como para desperdiciarlo. Una ciudad que escucha a los niños?, ¿Qué les deja opinar?, ¿qué más encima les hace caso?, ¿Y ES MIII CIUDAD?, hay que hacer algo

LA CARTA

Hace unos días fui a un servicio público con mis dos hijas, una en brazos  y la otra de la mano, debía llenar unos formularios y dejarlos. Antes de salir y Mientras preparaba el bolso en la casa Julieta (la de 3) me preguntaba que adonde íbamos, que a qué, que por qué y luego me preguntó si ello podía igual dejar una carta a la “señora”. Entonces preparó algunos papeles ( que siempre guarda). Cuando ya estábamos en el lugar y habíamos terminado el tramite me agache a abrigar a Julieta y entonces ella preocupada me dice que aún no ha entregado su carta, entonces rápidamente busqué con la mirada alguien que no se fuera a molestar con el hecho. Lo que vi (desde abajo) fue un poco deprimente; mesones altísimos donde no se divisaban ni una sola mirada al pararme no encontré nada mejor, sólo caras de “en estos momentos estoy tan tan ocupado que ni se le ocurra molestarme a mi”. Entonces vi entre los que esperaban su turno a una mujer con cara de abuela que ha pasado por todo y me acerque con sonrisa y cerrándole un ojo le dije que mi hija le traía “la carta”. Ella la recibió muy amablemente y Julieta dio por terminada su misión.

Ese hecho me sucede bien a menudo, cuando pienso en cómo está construida nuestra vida de acuerdo a nuestras necesidades y jamás de los jamases nos ponemos a pensar en las necesidades de ellos, de los niños. Hoy vislumbre una luz al final del túnel,  tuve la gratisisisíma oportunidad de escuchar al pensador Francesco Tonucci, creador del proyecto “Ciudad de los niños”. Una idea maravillosa en la cual las ciudades (que se comprometen con esta locura), moldean su ciudad en torno a los niños, es decir se piensa la ciudad desde la visión de los niños, y mas aún, se les pregunta la opinión a ellos ¿pueden creerlo?, así es. Se organizan consejos de niños en los cuales son ellos los que proponen (ojala decidieran), ideas y cambios a realizar en su ciudad.

Y bueno digo que es una locura por que en las palabras suena hasta bonito, pero mi pregunta es ¿qué tan dispuestos estamos como comunidad a escuchar a los niños?. Y digo sólo a escuchar por que de ahí a hacerles caso mejor ni pregunto. Soy bastante negativa al respecto y lo peor es que soy una negativa soñadora, o sea no creo en que estemos tan dispuestos a esto, pero me daría por vivida si algún día veo que se logra.

Imagínense  nomás lo que sería (los invito a soñar conmigo):

*Niños caminando solos a la escuela, solos y tranquilos, acompañados quizás de otros niños, tomando buses, sorteando obstáculos, probando rutas diferentes, imaginando quizás que historias en su mente…

*Niños jugando en los pasajes de sus casas a cualquier cosa, la pelota, escondido, el tombol (se acuerdan del tombol?), el escondido chino (de ese si se acuerdan no?), en fin jugando tranquilos, felices sin miedo.

*Niños conversando con adultos extraños, aprendiendo de ellos y con ellos en el supermercado, en el banco, en cualquier parte, niños que hablan y son escuchados.

*Niños pequeños caminando por las calles sin prisa de nadie, con tiempo para recoger piedritas, saltar, correr, sentarse en el pasto, disfrutando del camino, no de la llegada.

*Niños llorando (porque lloran nomás) en lugares públicos, con un adulto a su lado que lo contiene, sin miradas inquisidoras, sin juicios absurdos, madre y niño con su rollo.

Y esto es sólo lo que se me ocurre soñar a mí por que si les preguntásemos a ellos me temo que la lista sería tremenda. Y en esto Tonucci es valientemente realista, lo que se agradece en tiempos de tanta receta fácil para padres y educadores, (recetas que por supuesto no sirven para nada). Él nos aclara que si queremos hacer una ciudad de veras para los niños, hay que escuchar a los niños.

 Y escucharlos requiere de una agudeza especial que sólo algunos logran, y aquí explica que el mundo de los adultos le ha enviado a el mundo de los niños (desde que nace el pobre) que  si se comporta como niño no va a ser escuchado, entonces si de pronto se comporta como un adulto ya verá como si es escuchado. Entonces tenemos niños que se convierten en expertos para determinar qué es lo que el adulto quiere que él diga, y con cada elogio que recibe de vuelta se agudiza más su percepción. Y aquí es donde lamentablemente poquito a poco se va alejando de los que él piensa realmente y lo peor es que se va alejando también de lo que siente.

¿Y ahora qué hacemos con estos niños que nos engañan con el único inocente propósito de recibir nuestra aprobación?

Tonucci nos da dos pistas. Primero nos propone dejar de pensar en los hijos o alumnos como una propiedad privada y sobreprotegerlo de la manera que sobreprotegemos todo lo que nos pertenece, es decir rejas, reglas, limites y más límites. Nos invita a soltar al niño y devolverle a los espacios públicos. Por que en la medida en que el niño es visto por todos como un “bien” público, todos nos hacemos cargo de su protección. Y lego nos da la segunda pista; “sincerar el dialogo” llegar a comunicarse con el nño de manera que se nos presente tal cual es… y bueno esto  y más lo dejare para otra entrada porque es tan interesante que da para mucho.

Me cambiaron a mi hija

Ayer mi día un fue un tanto diferente ya que mi hija extrañamante despertó (y se mantuvo durante todo el día) con una actitud muuuy inusual en ella: Julieta dócil y vulnerable, callada, obediente, es decir "OTRA NIÑA". mi mente comenzó a desarrollar todo tipo de hipótesis desde una repentina maduración emocional hasta algún hecho que le haya sucedido y del que no me diera cuenta. Al final del día se despejaron las dudas... Claro estaba incubando un virus la pobre y terminó vomitando todo lo que pudo.
Hoy ya está mejor pero el hecho me ha llevado a reflexionar acerca de la conducta que presentamos instintivamente como especie cuando nos encontramos débiles y vulnerables. Mi hija es muy pequeña como para reaccionar de manera complaciente a propósito y así generar una reacción de protección de mi parte. Fue su propia naturaleza la que le llevó a mostrarse dévil y servicial con el fin de requerir mayor protección y cuidado.

Me pregunto que ocurre cuando un niño presenta estas características de manera habitual, es decir cuando su obediencia y sometimiento frente a los demás es casi un rasgo de su personalidad, cuando carece de todo tipo de herramientas para ser el mismo y busca en cada uno de sus actos la aprobación de mamá o papá.¿No es a veces el niño perfecto, el ideal de hijo?, aquel que obedece, que hace lo que le pides, que dice hola, Chao, gracias, perdón, porfavor, permiso...., el que se come hasta el último trozo de lechuga que decidimos poner en su plato aunque su estómago hace rato le decía basta, aquel que se acuesta sin necesidad de tanto cuento y acurrucos por que entiende perfectamente que mamá y papá han tenido un día terrrible, ese que jamás levantaría la mano en clases para contradecir al profesor y que al contrario nos lo imaginamos contestando justo aquello que el profesor espera.

Claro que cuando buscamos todo este tipo de conductas en nuestro hijo no estamos pensando en que sea un niño standard pero sí buscamos que sepa comportarse en sociedad, que sea aceptado y no rechazado, que nos haga la pega un poco más fácil . ¿No es contradictorio todo esto?; no queremos que sea igual que el resto, no queremos que a los quince años se tire del quinto piso por sus amigos también lo hacen, pero a menudo le enviamos el mensaje contrario.

No saben cuántas veces me he encontrado en este dilema. Debo reconocer que lamentablemente a veces hay que caerse mil ochocientas veces para ver las piedras en el camino. Pero vamos mejorando... con mis años de crianza y otros tantos de educadora alguas cosas ya me van quedando claras y quizás la más importante de todas y la que me gustaría dejarles de mensaje (paque no piensen que me dedicare a puro quejarme de lo mal que lo hacemos, es que hay que confiar en los niños y no imponer por imponer, mientras uno vive la vida ellos nos observan, tooooooodo el rato, nos huelen, escuchan, saborean e internalizan lo que hacemos, decimos, no hacemos, miramos, todo.

No hay mayor educación que ser uno mismo lo que esperas de tus hijos, ellos te seguirán como los patitos siguen a mamá pata aunque ella nunca les ordenó que así lo hicieran. Cuando encuentren el momento (y lo necesiten) repetirán lo que vieron o tendrán la suficiente seguridad para crear su propio comportamiento, ser ellos mismos porque así han sido siempre.
Como ven un cólico puede dar para mucho
No todo se entiende a la primera...
Como primeriza entro a aclarar algunos malos entendidos y responder a comentarios:

*la definición de "LA MAMIFERA" es una definición idealizada que no corresponde perfectamente a mi persona, pero sí a una especie que poco a poco se está apoderando de mí y a la cual no pongo resistencia, pero claramente (y podrán dar fe quienes me conocen) no cumplo con todas aquellas carcterísticas aunque avalo cada una de ellas.

*me he percatado que hubo quienes prefirieron enviarme comentarios a mi Mail y supongo que no vieron cómo hacerlo en el blog, entonces les explico los pasos:

1- pinchan en comentarios
2- escriben su comentario
3- En "publicar como" se señalan como "anónimo" (o cuenta gmail si la tienen)

*si no desean comentar pueden suscribirse y recibirán las próximas entradas en su Mail.

*agradezco las sugerencias como el color de la letra,etc. Y cómo se aprecia la he cambiado.

Y bueno cómo ven sólo me tome un tiempito para hacer de este un mejor espacio de encuentro. Ya se Viene una buena entrada.

Lo primero es lo primero...

Queridas blogeras.. Sé que soy una perfecta desconocida pero no ustedes para mí, he estado hurgueteando en sus casas, en sus pensamientos y en sus experiencias todo lo que ustedes me han dejado. Son el motivo y la inspiración para lanzarme en esta aventura y en parte es una devuelta de mano. Es por eso que deseo de todo corazón que se den un tiempito para mi, para compartir esta locura de ser madre y mamífera.

Y también darles la bienvenida a mis amigos y familia a la que he invitado también a este espacio. Mi tiempo libre es escasísimo, tengo tres hijos de diferentes edades, dos de las cuales comparten el día completo conmigo (mi mayor orgullo), pero intentaré estar lo más que pueda aquí.

"LA MAMIFERA" es una especie humanoide rarísima les daré algunas claves de su comportamiento para que les identifiques:

* le gusta pasar muuuucho tiempo con sus crías y se niega a dejarlas en guarderías (es capaz incluso de dejar su trabajo para estar con ellas)
* cuando una de sus crías desea algo ella solo se dedica a observar como intenta alcanzarlo y raramente interviene.
* debido a lo anterior sus crías suelen tener mas de un rasmillón o características anormales como cortes de pelo exóticos o llevar ropa que no convine.
*le gusta llevar a sus crías en brazos y gusta mucho de hacerles cariño.
* no aplica sanciones o castigos ante un mal comportamiento, es más no cree en el mal comportamiento.
*por lo anterior, las crías son más expresivas y se les puede observar muy eufóricos o muy enojados (pataletas) lo que "la MAMIFERA" lo atribuye a que no tinten miedo a demostrar sus emociones.
*Deja a sus crías que se alimenten con lo que necesitan y no con lo que que se les sirve.
*cree que los post natal debieran durar 1 año en cualquier país, sin medir las consecuencias económicas, ya que cree que la única inversión que vale un esfuerzo monumental es la crianza feliz. Cree incluso que esta inversión puede llevar a tener un país más desarrollado a nivel humano (y por ende más rico en todos los demás aspectos).
* por último y quizás lo más característico de esta especie es que podrás verla con sus crías revoloteando muy cerca de ella y no demostrar descontrol. Dan la sensación que lo disfrutaran,incluso que es su opción (no su deber).

Si en algún momento te encuentras de frente con esta especie, no es recomendable intentar cambiar su comportamiento a través de juicios, comentarios ni menos consejos. Ella se encuentra en un estado tal de plenitud que cree que su "extraña" manera de criar es normal. Si aún así usted insiste en dar su opinión puede que ella no conteste nada por que por lo general no tienen interés en conquistar la opinión de los demás, aunque sí buscan espacios en común con otras "mamíferas".