"La paternidad es mucho mas sencilla cuando uno se da cuenta de que los niños ya vienen diseñados para florecer cada uno a su manera". 
Noemi Aldort

Este sencillo mensaje es una filosofia de vida, es una invitación a la liberación. Los padres pensamos que el tener seres humanos a nuestro cargo por una cantidad de años significa hacer de ellos "algo". Y muchas veces tenemos ese algo bastante definido, otras veces no sabemos bien qué es ese algo pero sí tenemos la certeza que debe responder a una imagen bien parecida a uno mismo, 

Nos pasamos la vida con un como un espejo frente a nosotros que nos hace sentir más cómodos a la vez que nos estorba, nos impide ver la realidad tal cual es. El espejo es lo bastante cómodo como para no correrlo, todo es conocido, la forma de pensar, de vestir, de hablar, de moverse, etc., siempre que el reflejo sea una proyección de nosotros mismos. No lo queremos apartar de nuestro camino,  vemos la realidad a través de él. Intentamos fijar nuestro espejo como si estubiese sobre una pared, lo clavamos a ella una y otra vez pero es imposible porque el espejo pende de dos endebles hilos y muchas cosas suceden que lo hacen tambalear, alguien pasa a nuestro lado y lo roza con el hombro, entonces el reflejo se tambalea haciendonos perder el control.

A veces no somos muy concientes que lo que hacemos cuando decimos que estamos educando o criando es mirar a los hijos como un reflejo de lo que somos nosotros. Podemos pasarnos la vida mirando la realidad completa como una escena que debe calzar con nuestro ser. De esta manera acomodamos "TODO" para hacer de aquel espacio (el escenario de nuestras vidas), el lugar ideal para estar, para ser. Acomodamos la escena, elegimos la intensidad de luz, el ruido ambiente, el aroma ideal, sacamos lo que estorba, lo sucio, lo roto, lo feo, nos aprendemos el parlamento, tomamos aire, y comenzamos con el show.

Pero siempre habran hechos, personas, inesperados, accidentes, frases, ruidos, imagenes, etc., que nos estorben, que aparecen justamente como oportunidades para despertar, para abrir los ojos, para darnos cuenta que nunca, jamás la realidad será como queremos que sea, porque la realidad simplemente es, solamente sucede. 

Y suceden las personas, suceden las situaciones, suceden los inesperados, entonces los hijos se rien cuando tienen risa, tu jefe te hecha porque se terminó la pega o porque simplemente le caías mal, tu perro se muere porque no pudo con la enfermedad, la nieve comenzó a caer sin parar, a tu hija no le gusta el vestido que le regaló la abuela, etc, etc, etc.... Toda la vida es una inumerable cantidad de etcéteras. Y muchos no despertamos jamás, seguimos mirando esos sucesos descontrolados como trizaduras  de nuestro propio espejo y nos molestan de sobremanera porque estorban en la visión de nuestro reflejo. Sucesos descontrolados designadas para hacernos sufrir. 

Y entonces sufrimos. Y podemos llegar a ser tremendamente infelices porque no somos jamás capaces de tener el control de la escena. Pero podemos sufrir solos o podemos hacer tambien sufrir a los que tenemos a nuestro lado y a veces parece que es mejor sufrir acompañados porque de lo contrario estariamos fallando en algo. Si estamos solos sufriendo mientras a los otros parece que todo les calzara, entonces seriamos doblemente desdichados, en cambio si sufrimos de manera colectiva seguimos siendo las victimas de los designios iincontrolables del destino. Víctimas de la realidad que juega con nuestro espejo, lo balancea de un lado a otro para hacer aparecer ante nuestros ojos otras realidades o la única verdadera realidad, aquella en la cual no hay frente a nosotros muchos yo, hay seres diferentes, hay otras voces que nuestro oído se ha negado a escuchar, hay formas y colores que nuestros ojos se han negado a ver, hay texturas y sabores que nuesteas manos y paladares se han negado a sentir.

Por eso creo que la crianza puede ser una invitación a vivir mas libres.     Porque es cotidiana, es pura realidad. Los niños no tienen escenario, ni parlamento, viven en una constante improvisación de ellos mismos, descubriendose a si mismos. La crinaza esta llena de vida, de colores, de sonidos, de olores, de sabores, de texturas, se presenta de infinitas formas, tantas como las permitamos, y cada forma esta impregnada de una carga emocional que la hace mas rica aún. Los niños lloran, se rien, exigen, escuchan, prueban, cantan, hacen ruidos. Es así como una niña que se hizo pipi en el paseo a la plaza puede ser tantas realidades como nos permitamos ver. Puede ser una niña clamando nuestra atención o puede ser una niña jodiendonos el paseo a la plaza. Un niño que molesta a sus compañeros de clase puede ser un niño clamando afecto y atención o puede ser un niño jodiendonos la planeada escena donde todos los alumnos habriam de entender el concepto.

Pero muchas veces nos aprovechamos de esa maravillosa etapa y ante la falta de planeación , del cómo vivir la vida aplicamos una dictadura de ideas, damos formas a todo lo amorfo. Lo hacemos por comodidad porque nos descompone lo sin forma. No tenemos la paciencia del jardinero que se limita simplemente a regar las flores y luego se sienta a esperar que crezcan. 

Ser jardinero puede ser un viaje lleno de imprevistos, de inseguridades, puede ser un eterna domesticación del ego y en ese sentido puede parecer que no sea tan agradable. Pero todo ese sacrificio lo llevará a vivir la experiencia más gratificante de su vida, disfrutar de la maravillosa escena cuando esas flores que regó con paciencia y respeto, desplieguen sus propias formas, colores y olores, sean como quieren ser.

Les invito a ver la crianza como una gran oportunidad. La oportunidad de hacer mierda el espejo para encontrarnos de frente con lo vida tal cual, y experimentarla desde lo que es, y así descubrir quizás que nosotros tampoco somos lo que veíamos reflejado frente a nuestros ojos.